La nueva generación ya está pagando un precio muy alto por hacer cara de asco al broccoli y comer una hamburguesa cargada de colesterol y proteína sucia como si fuera un maná del cielo. Por esto comen como un elefante y defecan como un pajarito tornándose obesos desde la niñez y con pocas posibilidades evitar de entrar en las estadísticas de muertes por problemas cardíacos.
Espero que este material sirva de ayuda para las mujeres en su juventud, pues con tristeza veo muchas incluso embarazadas fumando, anímicas, sin saber que están contribuyendo para aumentar la maldición de este mundo al traer una criatura desnutrida que va a ser un peso para la familia y para el gobierno, pues los enfermos no producen como las personas saludables.
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